La historia de Vila-real

Villarreal o, Vila-real, como se conoce en valenciano, es una ciudad de unos 51.130 habitantes situada en la provincia de Castellón, 8km al sur de la capital en la Comunidad Valenciana. Siendo la segunda población con más habitantes de la provincia, Vila-real es reconocida no solo por el Villarreal Club de Fútbol, sino por su importante aportación en la industria de la cerámica en concreto en pavimento y revestimiento. En esta localidad se hallan algunas de las empresas más importantes no solo a nivel nacional, sino internacional como Porcelanosa Grupo.  Además de en la cerámica, la ciudad destaca a partir del siglo XX, en el sector agrario en el cultivo de cítricos, en especial la naranja, donde son famosos sus extensos campos de naranjas y mandarinas

Los inicios: la reconquista

Para narrar esta historia nos tenemos que remontar al siglo XIII y recordar que tanto las localidades de la zona como gran parte de la península ibérica estaban dominadas por las fuerzas musulmanas. No fue hasta el 1274 que el rey Jaime I de Aragón reconquista la localidad y el 20 de febrero funda lo que hoy conocemos como Vila-real, una localidad que con influencias de la cultura ibérica, eneolítica y romana. 

 

La forma del pueblo era de planta hipodámica. Una muralla rodeaba la población rectangular por donde se cruzaban las dos calles más importantes (decumano y cardo) y de dónde nacía en su intersección la Plaza de la Villa, es decir la Plaza Mayor de Vila-real. El recinto amurallado tenía cuatro puertas, una en dirección al norte (Castellón), otra hacia poniente (Onda), una hacia el mediodía (Valencia) y la última hacia levante (Burriana). Las torres eran las encargadas de cerrar cada ángulo del recinto y, actualmente, aún se conservan los restos de alguna cómo es el caso de la Torre Motxa.


Más adelante, debido a incrementos en la natalidad, el pueblo se empieza a expandir de cara al siglo XIV por las zonas que hoy conocemos como San Pascual y el Carmen. Este aumento de la población trajo consigo notables desequilibrios demográficos que influyeron sobre todo en la economía, provocando conflictos con los mudéjares de los señoríos de las localidades vecinas. Todo esto provocó una iniciativa a favor de las Germanías.

Edad Moderna

Es en este momento cuando en el siglo XVI muere el monje Pascual Baylón, posterior santo y se manda a construir el sepulcro bajo la protección de Carlos II de España. 

 

Más adelante en 1706 tiene lugar la Guerra de Sucesión debido a la resistencia de algunos vecinos de la villa hacia el archiduque Carlos de Austria en contrapartida a los partidarios a la toma de poder de la dinastía borbónica. El combate dio pie a numerosos incendios y más de quinientas bajas entre ambos bandos. Finalmente, el ascenso del rey borbón provocó una mejora cualitativa en la vida de todos los habitantes. Mejoró la economía de Vila-real y se cuadriplicó la población. De cara al siglo XVIII, el sector agrario estaba completo, por lo que la fuerte demanda de trabajo provocó que se crearan y ocuparan las primeras industrias de transformación textil. Sin embargo, durante este período la población no se libra de sufrir algunos conflictos que suceden en España durante las guerras carlistas. 

Entramos en el siglo XIX y Vila-real se empieza a hacer conocida por el cultivo comercial de la naranja, introducido por José Polo de Bernabé, lo que tiene a posteriori un gran impacto económico en el pueblo y por lo que se crean distintas cooperativas. Simultáneamente se empiezan a excavar pozos de riego y toman protagonismo las grandes extensiones de tierra de secano. 

Edad Contemporánea

En el siglo XX, la industria se empieza a diversificar y aparecen las primeras fábricas de losetas cerámicas a la vez que tiene lugar la Guerra Civil Española. 

 

Es en la segunda mitad de este siglo cuando Vila-real se empieza a hacer un nombre en la industria cerámica a nivel nacional e internacional y las fábricas se convierten en el motor económico de la ciudad. El tejido empresarial que se crea en Vila-real los últimos años destaca por su i+d y la forma disruptiva de sus empresas de apostar por esta rama, donde es de gran ayuda la CÀTEDRA D’INNOVACIÓ CERÀMICA ‘CIUTAT DE VILA-REAL’. 

 

Es en esta etapa, el pueblo se empieza a consolidar y es también cuando se empiezan a definir las zonas y núcleos urbanos de Cariñena, Virgen de Gracia, Pinella, Melilla y Solades, no alejándose mucho la imagen de antaño con la actual.